Testimonio de las hermanas Rosario, Francisca y Serafina, Mártires Terciarias Capuchinas de la Sagrada familia.
Mártires de la guerra civil española que estalló en julio de 1936 y se prolongó hasta abril de 1939; en esos momentos ellas dirigían los destinos de la Congregación, retenidas en agosto de 1936, y hasta el final de sus vidas segadas por el martirio, dieron valiente testimonio de donación y entrega por amor al Señor de sus vidas y a sus hermanos, así lo testifican sus diferentes expresiones en la misma hora del martirio: “ Esperaos un momento, os voy a decir unas palabras, que Dios os perdone, como yo os perdono”, Dijo la Hna. Francisca a sus verdugos, antes de recibir el tiro de gracia. “Toma, te lo doy en señal de que te perdono” Expresa la Hna. Rosario, sacándose el anillo y dirigiéndose al miliciano, que regresa impresionado diciendo: Hemos matado a una santa, hemos matado a una santa” “En fin, Dios dispondrá lo que le plazca”; expresó la hermana Serafina a otra de sus hermanas antes de ser apresada. “Fueron felices al martirio testimoniando la firmeza de su fe, la solidez de su esperanza y la incondicionalidad del amor”.
Rosario, Francisca y Serafina descubrieron que la verdadera felicidad se encuentra en Dios, y solamente en él y la verdadera sabiduría consiste en reconocerlo como Dueño y Señor de todo. Fueron beatificadas el 11 de marzo del 2001, y su martirio se celebra el 28 de septiembre.
“A Ti Jesús trofeo de los mártires, que has visto tu corona florecida, las palmas de tu huerto te ofrecemos: Rosario y Serafina con Francisca” (Himno de las Mártires)