El XXIII Capítulo general que las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia vamos a celebrar en Roma del 8 de septiembre al 4 de octubre, de este año 2022, es como un Sínodo a nivel de Congregación y, más bien, se parece a un Concilio por su poder decisorio que marca su caminar futuro como Congregación y donde se elige a la Superiora general y su Consejo. Juntas, en sinodalidad, se fortifica nuestra identidad y misión al servicio de la Iglesia y del mundo y se expresa en la participación, comunión y colaboración de todos los miembros, ese “caminar juntas”, con las mismas actitudes espirituales indicadas al hablar del Sínodo.
He aquí el logo y lema de nuestro Capítulo, siendo el tema del mismo: “Fortalecidas en el Espíritu, abrazamos nuestra realidad y a la humanidad sufriente, avanzando con esperanza en un camino sinodal”.
Es providencial la coincidencia de ambos eventos: ¡caminar juntas! es nuestra identidad de Congregación; profesamos unas mismas Constituciones, nos anima el mismo espíritu y carisma y, vivirlo como auténtica fraternidad de amor y misión, nos caracteriza como seguidoras de Francisco de Asís, el humilde hermano universal, así como los rasgos de apertura a los demás, y pasión apostólica, que nos legó Nuestro Padre Fundador, Luis Amigó.
Todas estamos ya inmersas en el proceso sinodal, eclesial y capitular, tratando de dejar espacio al Espíritu para que nos guíe y nos haga instrumento de salvación junto con los demás creyentes y, en particular, con nuestras Hermanas de Congregación. Ya hemos celebrado los conversatorios con el Consejo general y seguimos las demás actividades de evaluaciones y elecciones y, sobre todo, nuestra oración diaria pidiendo la acción del Espíritu en todo el proceso capitular.
Como nos recomienda nuestra Superiora general, Hna. Ana Tulia López, seamos mujeres sinodales, empezando en la propia comunidad, humildes en la escucha de corazón, a Dios, a su Palabra, a las demás y también a la humanidad doliente que nos rodea y a la que particularmente servimos en nuestras obras.
Abiertas a la acción del Espíritu Santo, podremos experimentar maravillas; en frase del Papa Francisco a los jóvenes, “Germinarán sueños y florecerán esperanzas” y daremos la respuesta de fidelidad que nos corresponde.
Hna. María Elena Echavarren, TC