
¡LOADO SEAS MI SEÑOR, POR LA HERMANA AGUA!
Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Cántico de las Creaturas de San Francisco de Asís
“Para los creyentes, la “hermana agua” no es una mercancía: es un símbolo universal y una fuente de vida y salud. ¡Muchos hermanos y hermanas tienen acceso a poca agua y quizás contaminada! Es necesario garantizar el agua potable y el saneamiento para todos”
Papa Francisco.22/03/2021
El 22 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Agua, una jornada promovida por las Naciones Unidas para sensibilizar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de una gestión sostenible de este recurso esencial para la vida.
El agua como Don de Dios, se considera un signo visible de la gracia divina y en la Sagrada escritura se considera como un elemento fundamental en la historia de la salvación: desde la creación del mundo (Génesis 1,2), pasando por el Éxodo con el agua que brota de la roca (Éxodo 17,6), hasta el bautismo de Jesús en el Jordán (Mateo 3,13-17). El mismo relato del evangelio de Juan 4, 1-42; el encuentro de Jesús y la Samaritana, él se revela como el portador del agua viva, es decir Jesucristo ofrece el agua de la vida. Estos pasajes revelan el agua como una manifestación de la providencia de Dios, un elemento que purifica, renueva, convierte y sustenta la vida tanto física como espiritualmente.
En la actualidad, nosotras que hacemos parte de esta espiritualidad franciscana, estamos llamadas al cuidado y compromiso por el cuidado del agua y la casa común. Nuestro Padre San Francisco de Asís, en su Cántico de las Criaturas, se refiere al agua como “sor Aqua”, destacando su pureza, utilidad y humildad. Su visión integradora de la creación que invita a una relación de fraternidad con la naturaleza, reconociendo que el agua no es una mera mercancía, sino una hermana que merece respeto y cuidado.
En síntesis, en el día mundial del agua es una ocasión especial para recordar que el agua es un don de Dios, un bien común y un derecho de todos y que solo a través de la conversión ecológica[1] podremos asegurar que este recurso esencial continúe siendo fuente de vida para las generaciones presentes y futuras.
Referencias Bibliográficas.
Biblia de Jerusalén, desclee de brouwer 2001.
Escritos de San Francisco de Asís y Clara de Asís. 2009
Carta Encíclica Laudato Si, 2015.
[1] Laudato Si, 217