
El día 22 de abril se celebra mundialmente el Día de la Tierra, esta celebración tiene lugar desde el año 1970 y ha sido asumida por las Naciones Unidas bajo la denominación del “día Internacional de la Madre Tierra”, en el preámbulo de dicha resolución hace algunos reconocimientos que dan sentido a esta celebración:
“…celebrar la Madre Tierra supone reconocer que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. La Madre Tierra es una expresión que se utiliza comúnmente en muchas culturas para designar a nuestro planeta y se refiere a la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos.” https://www.un.org/es/ga/president/63/statements/pga_proclam_motherearthday_april222009.shtml
El Papa Francisco en diversas oportunidades se ha pronunciado en defensa de la Tierra y en la promoción del cuidado de la casa común; en su encíclica Laudato Si’ nos recuerda muchas veces que debemos dejar la etapa de la autodestrucción y comenzar de nuevo, pues todo está conectado. El lema oficial este año es: Invertir en nuestro planeta, que se traduce en el fortalecimiento de la capacidad humana para crear una vida mejor.
Como Terciarias Capuchinas estamos llamadas a asumir el compromiso respecto al cuidado y respeto a nuestra madre y hermana Tierra; estamos invitadas a, hacer extensiva esta celebración al Movimiento Amigoniano (Zagales, JUVAM, laicos), personas que trabajan con nosotras en las distintas obras apostólicas y a cada una de nuestras hermanas para que este día de concientización marque la diferencia; ahora más que nunca, es necesario un cambio radical en nuestro estilo de vida, en nuestra forma de estar en nuestra Tierra; y para que ese cambio sea significativo, necesitamos unir y hermanar fuerzas.
- Decorar en la capilla o algún lugar de encuentro con elementos de la tierra (plantas, hojas, frutas, legumbres, agua, etc.)
- Conocer con anterioridad detalles geográficos deteriorados, ambientales y contaminantes del lugar donde vivimos y organizar una jornada de limpieza y embellecimiento en el lugar que se determine.
- Animar a los laicos que comparten con nosotras la misión y al movimiento laical Amigoniano a hacer una campaña pública de liberación en el barrio, pueblo, sector, de elementos dañinos y contaminantes a nuestra hermana y madre tierra.
- Programar con anticipación una jornada de arborización, nombrando padrinos de cada uno para su cuidado.
- En los ambientes rurales o campestres si se tienen, orientar la elaboración de abono orgánico o compost, para utilizarlo en la huerta familiar o comunitaria cultivando hierbas aromáticas, medicinales, legumbres etc..
- Usar una bolsa de tela para llevar tus cosas y mercar y reciclar las bolsas de plástico.
7. Cuidar el agua y de la energía eléctrica.
Si bien todos los días son Dia de la Tierra, es importante hacer un alto el 22 de abril y repensar nuestra actitud y preguntarnos: ¿Cómo puedes contribuir desde tu comunidad, casa, apostolado, a mitigar el impacto negativo ambiental?. ¿Cómo puedo o podemos generar acciones y compromisos que impacten positivamente el ambiente?.
Quizás personal , grupal y comunitariamente surjan otras iniciativas y acciones para celebrar este día, y prolongar el compromiso a lo largo de nuestra vida; lo más importante es recordar que cada pequeña acción repercute, por ejemplo: el ahorro del agua, eliminar el uso del plástico, desconectar los electrodomésticos que no estés usando o tu celular cuando ya esta cargado, apagar la luz de tu habitación cuando no estés en ella, reciclando el aceite de cocina usado, unirnos a jornadas de reforestación de espacios públicos o del campo y las montañas; son cosas sencillas y cotidianas que contribuyen a mitigar el calentamiento global, a revitalizar la superficie terrestre y las fuentes de agua, contribuyendo así a la recuperación y sanación de nuestra madre y hermana tierra, reduciendo la huella de carbono.
Anexamos cantos, oraciones que nos pueden ayudar para la celebración. Desde la comisión JPIC de la Provincia, deseamos que este día nos haga vibrar por lo que hace parte de nuestra identidad como familia Franciscano-Amigoniana. La experiencia cuaresmal y la Pascua que estamos viviendo y celebrando signifique también vida y resurrección para la comunidad, para la madre tierra y las futuras generaciones que la habiten. Fraternalmente: Equipo JPIC Provincial.
Videos recomendados:
PARA SER UTILIZADOS EN LAS COMUNIDADES Y OBRAS APOSTÓLICAS.
Somos uno en este renacer: https://www.youtube.com/watch?v=cAM_Sle3v-o
Canto: oración enlázate cuídala: https://www.youtube.com/watch?v=LR_ZGzMioX4
Somos tierra: Salomé Arricibita
https://www.youtube.com/watch?v=HcOtCesA0W0
DOCUMENTAL DE INTERES: Dia mundial de la tierra, gratitud a nuestra Pachamama
https://www.youtube.com/watch?v=7tfwwoRF5jo&t=4s
REFLEXIÓN
“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”.
Nuestro Padre Luis decía: “Las obras de toda la creación, amadísimos hijos, pregonan cada cual a su manera la gloria de Dios, y al unísono entonan un himno de alabanza a su infinito poder, sabiduría y bondad, dándonos a entender claramente a nosotros, reyes de la creación, el amor que en retorno le debemos por el que Él nos demuestra sujetando todas las cosas a nuestro imperio y servicio”.
Desde nuestra espiritualidad Franciscano-Amigoniana somos llamadas a alabar al Creador por sus creaturas y a la vez a cuidar de ellas; hoy más que nunca ella necesita de nuestro ser franciscano, haciéndonos responsables de su cuidado.
Lectura sugerida: Gn. 1, 1-31 y 2, 1-3
SALMO A LA MADRE TIERRA
“Madre Tierra, que por el Padre fuiste creada,
Él separó las aguas de la tierra y te hizo viva.
Hoy te damos gracias por ser nuestra Casa,
y te pedimos perdón porque te estamos destruyendo.
Te damos gracias porque de ti brota el alimento,
en ti pasta el ganado y en tus aguas brotan los peces.
Cada fruta, cada vegetal, cada animal que nos alimenta,
es fruto de tu vientre, es fruto de tu suelo y de tus aguas.
Te damos gracias por cada río, por cada mar,
cada lago, por cada montaña, por cada selva, por cada sabana,
por cada planta, por cada animal, por el fuego,
por el agua, por el aire y por el suelo.
Estamos agradecidos porque eres nuestra casa y nuestro sustento;
que Dios que te creó, también te proteja de nosotros.
A ti Padre, te damos gracias por darnos el regalo de poder vivir y respirar en nuestra tierra. “Madre Tierra, querida Pachamama, vieja sabia,
en este día pedimos tu sabiduría y provecho:
Pachamama, danos la fuerza de la piedra que no es destruida y es duradera.
De las aguas danos su calma y su vigor.
De los árboles danos su entereza y su memoria.
De la tierra danos su fertilidad y su vida.
Pachamama, de las flores queremos su humildad.
De las hierbas su frescura y del prado su belleza.
Como la semilla, ayúdanos a brotar y como las plantas,
ayúdanos a renacer con cada primavera.
Pachamama, del cordero danos su inocencia,
del león su fuerza, de la serpiente su astucia,
del águila su orgullo y de la paloma su bondad.
¡Dios te salve, Madre Tierra!”
ORACIÓN A LA MADRE TIERRA
Una plegaria de la Tribu de los Iroquois.
Le damos gracias a nuestra madre, la tierra que nos sostiene. Le damos gracias a los ríos y arroyos, que nos abastecen de agua. Le damos gracias a todas las hierbas, que proveen medicinas para la cura de nuestras enfermedades.
Le damos gracias al maíz, y a sus hermanas, los frijoles y la calabaza, que nos dan la vida Le damos gracias a los arbustos y árboles, que nos proporcionan fruta. Le damos gracias al viento, que, moviendo el aire, ha desterrado algunas enfermedades. Le damos gracias a la luna y las estrellas, que nos han dado su luz cuando el sol se ha ido.
Le damos gracias a nuestro abuelo He-no, quien nos ha dado su lluvia. Le damos gracias al sol, que ha mirado la tierra con su ojo benéfico Por último, Le damos gracias al Gran Espíritu. en quien se encarna toda bondad y quien dirige todas las cosas, por el bien de sus hijos. Amén.
ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO A LA MADRE TIERRA
Si algo tenemos que dar a la Madre Tierra es las gracias por todo lo que nos ha dado y sigue dando. Es de la Tierra que viene todo cuanto usamos, comemos vestimos y aprovechamos. Esta oración es una invocación a la naturaleza, que además de dar gracias a la Tierra también pedimos por su protección, para que se acabe la contaminación y la destrucción de lo natural.
“Madre Tierra que por el Padre fuiste Creada que separó las aguas de la tierra y que te hizo viva
Hoy te damos gracias por ser nuestra casa, y pedimos perdón porque te estamos destruyendo. ¡Oh Madrecita Tierra protege la vida! Te damos gracias porque de ti brota el alimento, en ti se pasta el ganado y en tus aguas brotan los peces, cada fruta, cada vegetal, cada animal que nos alimenta es fruto de tu vientre, es fruto de tu tierra y de tus aguas.
Te damos gracias por cada rio, por cada mar, por cada lago, por cada montaña, por cada selva, por cada sabana, por cada planta, por cada animal, por el fuego, por el agua, por el aire y por la tierra.
Estamos agradecidos de ser nuestra casa y nuestro sustento, Que el Dios que te creó también te proteja de nosotros, y a ti Padre te damos gracias por darnos el regalo de poder vivir y respirar en nuestra tierra. A ti te respetamos, a ti te protegemos Madre Tierra”. Amén.